Esta es una de las preguntas recurrentes que me suelen llegar por parte de los amantes de los cristales y la verdad es una buena pregunta. Contestando desde mi propia experiencia, lo que determina la vibración de un cristal no es su tamaño, al menos en primera instancia. Cada cristal es único y por ejemplo, dos amatistas no acaban de vibrar igual, aunque tengan una vibración similar, así como no hay dos seres humanos iguales, cada uno -humano o cristal- han tenido diferentes experiencias de aprendizaje o crecimiento, con determinadas circunstancias que hacen que tengan una vibración única, aunque ésta sea a veces muy sutil, al menos en el reino cristalino.

 

Podemos tener dos cristales de cuarzo un grande y otro pequeño y que el pequeño vibre más alto que el grande. Así que en cuanto vibración no por ser más grande va a vibrar más. Otro tema sería para qué vamos a utilizar el cristal, si es para uso personal un cristal pequeño puede cumplir su función perfectamente, así como muchas veces se hace en gemoterapia. Ahora bien, si lo queremos es proteger un espacio, aquí el tamaño toma su importancia.

 


Lo que determina la vibración de un cristal no es su tamaño, al menos en primera instancia


 

Si queremos proteger una salón o elevar la energía de un espacio amplio, no nos servirá por ejemplo poner una punta de cuarzo o amatista (pequeña o mediana) aquí el tamaño cobrará relevancia y necesitaremos una drusa, geoda o conglomerado relativamente grande en función del espacio que debamos cubrir. Otra opción, si no tenemos cristales grandes como una drusa o geoda, es el uso de tramas cristalinas de que se puede hacer con puntas pequeñas y cantidad de puntas.

 

Lo que determina el área de impacto energético de un cristal o un cuarzo es su nivel de vibración, su tamaño y su forma, ya que es el aura del cristal quien produce estos efectos que buscamos cuando por ejemplo queremos elevar la energía de un espacio, limpiarlo de energías densas o negativas… así que el tamaño no es necesariamente vital a la hora de trabajar con cristales y cuarzos. La respuesta a la pregunta del título vendrá asociada al trabajo energético que queramos realizar.

 

Cierto es que cuando vemos un cristal grande nos puede impactar por su belleza, pero a mi entender el nivel de vibración de un cristal o cuarzo es lo que determina su belleza, la energía sutil es la que trabajará con nosotros, no su aspecto o forma. Incluso los cristales que se usan para decoración, no dejan de vibrar y emitir su energía de manera incondicional, pero estos cristales rara vez se limpian y cargan. Debemos recordar que para que un cristal vibre al máximo, debe ser limpiado y cargado de forma regular, para que nos aporte el máximo de energía posible para aquello que le encomendemos.

 

Cuarzos y Maestros ©

 

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Curso de Cuarzos

 

 

 

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